Declarada recientemente Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la "Dieta Mediterránea", tiene como características principales una base de productos vegetales, pan y otros cereales, aceite de oliva como grasa principal y el consumo regular de vino en cantidades moderadas.
Las propiedades beneficiosas que le atribuyen a esta dieta se basan en la constatación de que en los países donde se aplica la incidencia de enfermedades cardiovasculares es mucho menos gracias al mayor consumo de productos ricos en ácidos grasos monoinsaturados, entre otros.
La aceituna de mesa es un componente esencial en la Dieta Mediterránea, es el origen del aceite de oliva y forma parte de nuestro acervo cultural y gastronómico.